Corrí lo que más pude, podía escuchar el sonido de sus pasos tras de mi, por más esfuerzo que hacía, eran inútiles, creí que no podría alcanzarme, creí que mi fuerza era suficiente, creí que mi valentía podría darme la oportunidad de escapar, fue mi error, lo confieso, aunque trate de no pensar en el miedo que me consumía estaba atrapada, entre esta sensación llena de angustia, quizás es mi fin, lo pensé, debería rendirme, sin embargo algo hacía que mis pies no estuvieran de acuerdo con lo que en mi mente estaba pasando, ellos tan solo avanzaban, sin si quiera pensar en que estaban cansados, que solo querían no quedarse quietos, aunque mi cuerpo estaba totalmente paralizado, no dejaban de avanzar, como si conocieran el suelo donde pisaban, aunque ni siquiera era un lugar familiar, sin tropezar nunca, no tuvieron obstáculos, al menos eso era lo que pensé, pronto me llevaron a un lugar tan oscuro, una oscuridad profunda, pude ver una luz que a lo lejos se veía, era una especie de túnel, nunca llegué a casa, ahora lo sé, llegué a un hermoso lugar, con tanta luz, al fin pude respirar, podía ver la luz que había al final del túnel, un gran camino se asomó, lleno de flores en las orillas, eran tan hermosas, un cielo totalmente azul, parecía que había entrado en una especie de paz, era tan profunda, por un momento se me olvido que estaba huyendo de algo, no sabía donde estaba, simplemente estaba disfrutando del momento, no sé cuánto tiempo estuve caminando, mis pasos eran lentos por la gran contemplación que estaba haciendo del lugar, me encontré con una fila, una fila tan larga, llena de tanta gente, me preguntaba qué estaban esperando, así que me acerque a uno a preguntarle que para qué era esa fila, él respondió "es la fila para entrar a la casa", pero inmediatamente pregunté ¿qué casa?, él dijo "la casa de Dios" ...
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