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Pese a los que se fueron
Y si, todavía es posible,
pese a los que se fueron
morder el silencio,
aferrarse al cuello de Eros
pero con sosiego,
sin esa fosforescencia adolescente;
despertar a la sombra
de una palmera en aquella playa
sentarnos a la mesa de caoba
decorada con anémonas
azul y púrpura, cuajados de flores
cruzarse las miradas con Neptuno;
ser carnal
pero habitar en constelaciones
nada más que como contertulio
de los viejos dioses.
© Alsajo
pese a los que se fueron
morder el silencio,
aferrarse al cuello de Eros
pero con sosiego,
sin esa fosforescencia adolescente;
despertar a la sombra
de una palmera en aquella playa
sentarnos a la mesa de caoba
decorada con anémonas
azul y púrpura, cuajados de flores
cruzarse las miradas con Neptuno;
ser carnal
pero habitar en constelaciones
nada más que como contertulio
de los viejos dioses.
© Alsajo
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