Hasta el final de los días, en un abrazo eterno, donde el sol y la luna se fundan en un beso,
te amaré con la pasión de mil soles ardientes, y en cada latido, serás mi único universo.

Las estrellas serán testigos de nuestro amor, pintando constelaciones en el lienzo del cielo, y las olas del tiempo no borrarán nuestros nombres, porque en el eco de los siglos, seremos eternos.

En cada alba, encontraré tu mirada como aurora, y en cada crepúsculo, serás mi último suspiro, navegaremos juntos por los mares de la vida, hasta que el viento nos lleve al puerto del destino.

Las hojas caerán en otoño, pero nuestro amor florecerá, como un jardín secreto
en el corazón de la memoria, y aunque
las estaciones cambien, seremos constantes, te amaré hasta el final de los días,
sin condición ni historia.

En las noches serenas, seremos dos almas entrelazadas, como versos perfectos
en un poema sin fin, y cuando el último reloj marque la hora final, nuestro amor seguirá latiendo en el eco del confín.

Así, en la eternidad, seremos más que recuerdos, seremos la melodía que nunca
se desvanece, te amaré hasta el final
de los días y más allá, porque en este amor, mi corazón encuentra su paz
y su crecimiento.