...

7 views

La carrera perdida.
Yo que no aprendí leer,
y tú que escribías tanto,
nunca descifre tus notas,
ni la palabra te amo,
que era parte de tu códice,
para que yo de una vez te besase,
con la que cerrabas tu dulce canto.

Yo que no aprendí a leer,
y tú que escribías tanto,
no logré comprender,
el tatuaje de nuestro árbol.

Y ahora que se escribir,
y que comprendí los te amo,
te difuminaste como agua,
agua cristalina del campo.

Tus escritos se marcharon,
una triste tarde de otoño,
nuestro árbol se quedó desnudo,
como desnudo quedó mi patio.

Ahora que sé escribir,
ahora que aprendí tus poesías,
ahora solamente me pregunto,
¿dónde andarás vida mía?,
pues antes de poder largar,
no percibí, que ya perdí la carrera.

© ®MaFerSca