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¿Sobrevivir?
¿Sobrevivir?

¡Bip, bip, bip!
El sonido de las máquinas que me mantienen con vida, no permiten que me quede dormido. Llevo más de un mes en este lugar. Mi pecho está al descubierto mostrando la realidad de mi delicado estado de salud. Miré a mi alrededor, estaba solo en la habitación, las otras camas estaban desarregladas; como si nunca hubiesen estado ocupadas. De pronto el miedo se apoderó de mí ¿Me recuperaré algún día? ¿Moriré solo en esta habitación? ¿Mis compañeros habrán sobrevivido?
Mi mente viajo a aquel día cuando tomé la decisión de realizar mis tres años de servicio militar, «me había despedido de Marian con la determinación en mis palabras ̶Voy a tomar el servicio militar, Marian. Cuando regresé, nos casaremos… ̶ sin embargo, ella salió corriendo y desapareció, ese fue el último día que la vi. Un día antes de marcharme, la fui a buscar a su casa más no me permitieron verle».
̶ ¿Por qué no me esperaste Marian? ̶ Mi corazón se estruja ante el recuerdo, Marian había sido lo más parecido a una familia, ella había sido todo para mí.
̶ Sargento Rodríguez, que gusto que haya despertado ̶ El hombre de bata blanca me habla con mucha familiaridad. «No lo conozco» ̶ Soy el doctor que le ha estado atendiendo desde que lo trajeron -Explicaba el médico mientras el sargento Rodríguez gemía por el dolor.
-Ya sé que está molesta conmigo, por irme a prestar el servicio militar, Manuel. Dile que la extraño. Qué me espere por favor ̶ Le había pedido el sargento Miguel Rodríguez al hermano mayor de Marian. Miguel había recordado en ese momento que a la única persona que Marian escuchaba era a su hermano mayor.
El sargento Rodríguez había recordado la visita que le había hecho a su novia un año después de haberse marchado, mientras disfrutaba de unos días de licencia.
̶ ¿Qué ha pasado con mis compañeros, doctor? -Pregunté con el miedo estrujándome el corazón. Después de Mariam mi regimiento pasó a ser mi familia, la familia que nunca había tenido.
̶ Lo lamento sargento, sólo usted ha sobrevivido ̶ respondió el galeno con pesar ̶ Al parecer fueron emboscados, y por una mala decisión no pudieron escapar. Usted quedó debajo de unos escombros, por lo que lo dieron por muerto ̶ «No. Marian no puede haberse casado; yo le he pedido que por favor me espere. ¿Por qué no me espero? ̶ Le preguntaba a Manuel ̶ Ella no quería albergar esperanzas, en algo que posiblemente no llegara a suceder. Los soldados mueren Miguel ̶ le había dicho Manuel»
̶ ¿Por qué lo hiciste, Marian? ̶
Recordé ese día. Había regresado de mi licencia anual; me habían informado del matrimonio de Mariam, la mujer que amaba. Al día siguiente salimos de patrulla; había notado el particular silencio en una zona en la que debería haber mucho movimiento…. No le di importancia he hice que mi regimiento continuara, dejando de lado todas las alertas.
Un dolor insoportable golpeaba mi pecho, el monitor de mis constantes cardiacas empezó a sonar sin cesar mientras, el doctor tocaba el botón de alarma; otros médicos entraron en compañía de enfermeras. Gritaban palabras que no entendía.
̶ Esto está muy silencioso, sargento ̶ Gritó el cabo Ramírez ̶ Continuemos con la patrulla, nada sucederá ̶ Gritó de vuelta el sargento, cien metros más adelante se desató el caos.
Mis ojos se fueron cerrando de a poco y todo se volvió negro.
Kattia Palacios Avilés
1/11/2022
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