Nadie tiene dominio sobre el amor,
pero el amor domina todas las cosas.
Ahí fue cuando aprendí que todos hemos nacido para amar, es el principio de su existencia y único fin. Cuando hablo de ello solo puedo pensar en el futuro y sus plurales, en ser uno mismo siendo dos.
Ser una ladrona de minutos para estar más tiempo contigo, sentir tanto que parezca cosa de un cielo despejado.
Para mi siempre serás un enigma,
espero así llamarte atención. Cuando descubrí que te llamabas amor supe que siempre te había conocido y si es posible, vivimos en un mismo mundo.
Antes cría que era una persona muy realista, no pensaba en cuentos ni en fantasías, desde que te espero comprendí que estaba perdiendo el tiempo, ahora eres mi personaje favorito del cuento que más me gusta, mi historia.
Cuando me conozcas veras que soy ese tipo de personas que sin motivos te buscan, sin mirarte te quieren y sin ataduras me quedan.
Ahora puedo sentir tu silencio, puedo soñar que tus manos son mi caricia, tus sueños son mis deseos y tu alma mi regalo, aún que por ahora solo seas toda una nostalgia, pero si mañana despierto feliz será porque te abre soñado.




© Bea López