...

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Relatos aguados
Acá estoy de nuevo
de rodillas, desnuda.
El agua abraza mi cuerpo
mientras que mis lágrimas se sintetizan con las pequeñas gotas.

Observo el cepillo
medio despegado, medio arreglado.
Semejante a mi imagen, dirían algunos.
Lo agarro con fuerza y esperanzas de repararme.

Quiero ser quien yo quiero ser,
pero si todo lo que quiero ser,
es ser amada por vos,
¿Quién debo ser?

¿Qué estoy haciendo mal?
¿Qué es lo que ella está haciendo bien?
Tengo mi libreta, puedo tomar notas.
Mi prosa no importa, ya la resguardé en mi memoria.

Quizás mi fecha de caducidad paaó y no me dí cuenta.
Quizás hay jn punto en el tiempo en el que la sangre se convierte en un arma de separación, después de tantos años de unión.

Te amo tanto,
que me gustab las manchas de mi espalda porque me hacen acordar a vos.

Estas palabras se volverán a ir por el desagüe,
me pregunto si algún día mis sentimientos taparán las cañerías,
ese día, por favor, no me persigan.
Estaré buscando otra salida.