Todo mi amor se fue derrumbado cuando las cosas van mal.
Mis sentimientos son un hueco en mi cuerpo, pendientes de volver cuando todo esté roto.
Ya no tengo un escudo con que defenderme de todo esto.
Y aún así, intento continuar con todo.
Mi positivismo es a veces mi aliado más leal.
Pero también es mi peor enemigo, oír dejar que me haga ilusiones en vano.

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Ni sé si soy yo, o los demás.
Pero ya no me importa.
Mi corazón deja caer su contenido en todos lados.
Goteando mis pesares y sentimientos.
A veces siento que las cosas que intento conquistar sin demasiado para mí.
Pero no puedo dejarme vencer en esto.
Aunque se que, al final, siempre saldré perdiendo.

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¿Será esto lo que decían?.
¿Acaso ya se el lago negro de mi ser?.
Ese lugar en donde nace y rebosa el dolor, son importar que tanto uno quiera pelear contra el.
Estoy aburrido de toda esta licha interna y los sentimientos que no llegan a nadie.
¿Acaso amo y espero demasiado?.
Estoy aquí de pie, rogando por los sentimientos queme son y que se me fueron arrebatados hace mucho por todo lo que ocurre a mi alrededor.
El sufrimiento y en peso de todo recae en mis hombros.
Y me siento aplastado por todo.

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Adicto por la comodidad.
Reniego de las enseñanzas de allá afuera.
Traiciono a mi propio cuerpo con tal de sentir la poca comodidad que puedo sentir.
Nuestras personas alrededor no muestran lo suficiente para que piense que ellos son importantes para mí.
O yo para ellos.

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De vivo y alegre, ahora soy callado y muerto.
No tengo nada para dar.
Mi corazón es una sombra y esto aquí solo.
Todo lo que veo y siento esta aquí adentro de mi.
Delicado y eterno, envuelto en las sombras de estas paredes internas que tengo.
Y aún así, sigo aquí.
Y no puedo escapar.

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Hubo una vez en que yo era brillante.
Cegador. Capaz de todo.
Regressando a aquel punto en que yo no era ese yo de ahora mismo.
Quemando todo lo que estoy viendo.
Y siento en mi pecho el lago negro.
La herida abierta que debo cerrar para que nada ni nadie me vuelva a herir más de lo que yo ya estoy.
Por qué nacemos para sentir.
Pero yo siento que todo ya está perdido.

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Localizo el abismo y veo el fondo.
Puede que tenga miedo, pero es lo mejor que puedo hacer ahora.
Celestiales pensamientos acuden a mi ser.
Nuestra filosofía reside en nuestras acciones y emociones.
Y si debo caer por la muerte para callar estás llamas, pues que así sea.

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Si debo caerme y levantarme de nuevo, pues que así sea.
Nuestros sentimientos son como un vehículo que nos llevan a todos lados.
Y nuestra motivación es la energía que los mantiene en movimiento.
La electricidad de nuestros cuerpos nos mantienen unidos para seguir.
Pues que no estamos unidos por nosotros mismos.
Gemidos de dolor por todo el sufrimiento de este mundo.

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La continuidad de nuestros seres se enmienda cuando vemos como sin los demás.
Circunstancias que solo admiten la muerte como última opción.
Cada vez que vemos el fin, sabemos que debemos permitirnos la tranquilidad.
Por qué no queremos terminarlo todo aún.
Cómo no lo quiso terminar mi padre en su momento.
Ni su padre. Ni el padre de su padre.