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Muerte
En la juventud, la muerte es un misterio,
un horizonte lejano, un sueño sincero.
Los adolescentes, con anhelo y deseo,
miran al cielo, en su mente, un anhelo.
No es que deseen partir, ni decir adiós,
sino explorar lo desconocido, veloz.
La muerte, para ellos, es un verso velado,
un misterio profundo, por siempre anhelado.
Como mariposas que buscan la luz,
los jóvenes exploran ese umbral andaluz,
donde la vida y la muerte se entrelazan,
y el misterio se convierte en un cuento sin pausa.
No es morir lo que buscan, es comprender,
la belleza en la transición, en el renacer.
La muerte, en su juventud, es un amanecer,
un poema eterno, un anhelo a retener.
un horizonte lejano, un sueño sincero.
Los adolescentes, con anhelo y deseo,
miran al cielo, en su mente, un anhelo.
No es que deseen partir, ni decir adiós,
sino explorar lo desconocido, veloz.
La muerte, para ellos, es un verso velado,
un misterio profundo, por siempre anhelado.
Como mariposas que buscan la luz,
los jóvenes exploran ese umbral andaluz,
donde la vida y la muerte se entrelazan,
y el misterio se convierte en un cuento sin pausa.
No es morir lo que buscan, es comprender,
la belleza en la transición, en el renacer.
La muerte, en su juventud, es un amanecer,
un poema eterno, un anhelo a retener.
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