Pude haber sido el vencedor de esta historia,
Pero entregué de más y no hubo misericordia,
Puedo hacer mil poemas y cien canciones,
Pero jamás sacaré de mi mente todas las razones,
Por las cuales llore mil y una noches.

Fue un placer conocerte,
Amarte, comerte,
Ame el tiempo juntos,
Como dos locos en un sistema oculto.

La noche estrellada me miraba,
A lo lejos te esperaba, 
Con certeza te buscaba, 
Más dudas tuyas en el aposento reposaban.

Aun no puedo explicar,
Como este corazón fuiste a desperdiciar,
Todo quisiste y nada me ofreciste,
Solo me dejaste, aqui, triste.

Martirio feroz que me acecha desde tu partida,
Ahora soy un loco que no encuentra la salida,
Tormentosa tormenta que ataca mi vida, 
Todo esto anida a una explosion que cautiva,
A los ignorantes que una explicación pedían.

Palabras hirientes como cuchillos lanzabas 
Todas daban en mi alma, pero callado escuchaba 
Es tan claro que nada sentias por mi,
No se como tanto tiempo pudiste fingir.