Pendiendo de un hilo, me encuentro aferrándome a una mentira.
Mi descenso al delirio, se evitará si mi existencia vuelves y miras.

El miedo ha consumido mi paz, y con alambre secuestra a mis pensamientos.
"¿Qué fue lo que salió mal? ", es la regla que cada noche me acompaña en mis encuentros.
Y a pesar de que con ellos ahora me represento,
quisiera volver hacia atrás para adiestrar este amargo remordimiento.

De mis hobbies me alejé, no preciso el momento exacto a recordar;
Tu día a día sigue tan en pie, como si mi ausencia no te proveyera de algún malestar.
Y vaya que si es triste de pensar, que el haber estado tan consumido por ti,
me hizo lentamente llegar, a un punto donde me olvidé de mi,
un punto del cual no quería regresar.

Ahora ya no niego, qué tanto fue que me llegué a perder,
porque cuando me poso frente a un espejo, mi cerebro ahora interpreta que visualiza una pared.

Soy un objeto que ya no miras, me dejaste triste y olvidado.
A pesar de que en tu vida yo significaba tanto a tal grado,
como si no existíese otra persona con la que compartieras un momento tan grato.

Bajo peldaños, no desmerito lo que contigo conseguí,
para no machacarme tanto, y es que al menos fui yo quien te hizo feliz.

Meses que estuve enamorado, pero talvez y malinterpreto,
porque puede que estuviese necesitado, teniendo a alguien que me dijese por fin que no estaba equivocado.

Hace tiempo no tocaba fondo.

Desaparecí sin haberme percatado,

A veces siento que no merezco perdón,
¿Cómo abandonarse a uno mismo puede ser mérito de celebración?
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