Quizás algunos recuerden haber leído lo siguiente;

"No diré nada sobre mi como parte de una elaborada estrategia para parecer más interesante y misterioso.
Nada de lo que escribo parece tener sentido, pero no lo hago para darle la oportunidad al lector de sacar sus propias conclusiones, si no porque en realidad no tienen sentido alguno.
Solo intento compartir mi forma de ver el mundo, si a alguien le interesa que me escriba para darle el número de mi oftalmólogo. Yo difícilmente suelo tomarme algo enserio, por eso hago muecas cuando bebo algo".

Les pongo en contexto, está es mi presentación en la antigua app de Poetizer, fue lo primero que escribí antes de siquiera publicar algún poema y era como una especie de promesa que me hizo a mi mismo, una promesa que no cumplí.

Pues... Lo primero es que terminé hablando de mi, en varias ocasiones, me mostré tal cual era, no lo pude evitar, con cada poema, con cada comentario siempre mostraba mi forma de ser o por lo menos de pensar, esa forma más o menos divertida de ver el mundo e incluso los problemas, dejando así de ser interesante y misterioso, bueno lo de misterioso es aún debatible jjj.
Empecé a escribir cosas con sentido, yendo en contra de todos mis pensamientos, con historias con tintes de seriedad, osea yo tomándome algo enserio, que locura, aquello no era para nada común en mi, conforme leía e interactuava con algunos colegas y amigos que conocí, cada vez me alejaba más de mi zona de confort.

Lo más extraño es que mientras compartía mi forma de ver el mundo conocí a alguien increíble, alguien a quien casi le doy el número de mi oftalmólogo, alguien con quién quería cada vez más hablar y hablar, alguien de quién me enamoré, alguien que se enamoró de mi, no lo podía creer, era como vivir en una de esas comedias románticas que tanto me gustaban y pues, lo único no variable en la ecuación de la vida es el cambio.

Y lo más triste de todo, deje la maña de hacer caras raras mientras bebo.

© YDJDJV