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El galope de la muerte
Desde tierras lejanas galopando viene un jinete
atravesando valles montañas y quebradas,
cuya misión... que a desconocidas reglas se somete
y las cuales nunca han sido quebrantadas.
Es el mensajero de ese tiempo que ha terminado
es el susurro de una voz que agoniza
es el ocaso que no ha sido mancillado
es una suave y ligera pero fría brisa.
Es el descanso de aquel que llegó a su destino
es la noche con su manto envolviendo al día
es quien en vida siempre fue peregrino
es quien le pone término a la agonía.
La muerte no es nuestra enemiga
es la compañía que nos sirve de guía
para que podamos apreciar el dorado de la espiga
antes de que se apague esa preciada luz de día.
Esta espectral e impertinente y oscura dama
es la transición camino al paraíso
y si me preguntaran cual es el drama...
les diría, sólo confiar en que Dios así lo quiso.
© All Rights Reserved
atravesando valles montañas y quebradas,
cuya misión... que a desconocidas reglas se somete
y las cuales nunca han sido quebrantadas.
Es el mensajero de ese tiempo que ha terminado
es el susurro de una voz que agoniza
es el ocaso que no ha sido mancillado
es una suave y ligera pero fría brisa.
Es el descanso de aquel que llegó a su destino
es la noche con su manto envolviendo al día
es quien en vida siempre fue peregrino
es quien le pone término a la agonía.
La muerte no es nuestra enemiga
es la compañía que nos sirve de guía
para que podamos apreciar el dorado de la espiga
antes de que se apague esa preciada luz de día.
Esta espectral e impertinente y oscura dama
es la transición camino al paraíso
y si me preguntaran cual es el drama...
les diría, sólo confiar en que Dios así lo quiso.
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