...

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6 rosas
Hoy deseo que las partituras se silencien,
que las notas dejen de sonar cuando una voz las haga sollozar,
no volver a escuchar el sonido de su voz,
aquel que un día llamé amor,
sin saber que la música pararía y su sonido se llevaría,
cuando la primera rosa haya destrozado su melodía.
Hoy el tren silente vuelve a mi mente,
miles de recuerdos que se los lleva la vertiente,
cuando una bala te deje hirente,
y no haya más paradas hasta aquella inerte,
a la olvidada por gente con dos dedos de frente,
pero que la segunda rosa deja de insolente.
Hoy no quiero hablar con nadie,
todos mis amigos han desaparecido y la felicidad consigo,
un brillo se ha oscurecido,
y aunque todo se haya caído,
sigo sentada en el mismo sitio,
con la tercera rosa a mi lado todo se ha esfumado.
El invierno ha cubierto a la primavera,
febrero se llevó todo lo que un día sintió,
y una mariposa voló en misma dirección a la música quebradera,
de lágrimas que derramó cuando él se marchó,
vuelve, vuelve, por favor,
pero la cuarta rosa le hizo saber que él no iba a volver.
Hoy la canción también ha dejado de sonar,
la niña de las seis rosas ha dejado de volar,
esta vez mira a todas las partituras llorar,
y con ellas la desesperación y soledad ve llegar,
el chico que las hacía vivir ya no está por aquí,
solo la quinta rosa le hace saber lo que debe hacer.
Hoy la niña ha soñado que tenía todo lo que quería,
pero cuando despertó él no estaba allí,
y sintió mucho frío sin su contacto,
pero sabía que debía contener el llanto,
porque nada le daría su tacto,
y él no estaría ahí para contarlo,
la última rosa ve caer mientras empieza a dejar de querer.
Tuve un sueño,
en el que logré todo lo que quería,
pero tú no estabas allí,
y ahora que por fin veo la salida,
sé que tu billete tiene hora de partida,
y lancé una nueva rosa que me dio la vida tras entender tu ida.
Y la niña pronunció unas letras de la partituras antes de dejarlo ir;
para verte ganar, no me importa perder,
ya está escrito el final donde no vas a volver,
pero nunca te dije adiós,
dime porqué gastar mi voz,
para acabar la historia que escribimos los dos,
y no volverte a ver es mi promesa por romper,
prefiero ser quien se vaya si eso te hace ser feliz,
y aunque pelearle al tiempo siempre es perder,
necesito volverte a ver por última vez.