...

5 views

Fase 1
No sé cómo empezar esta carta. No sé ni siquiera ni a quién se la estoy escribiendo. Supongo que la única manera de desahogarme que tengo ahora es a través de este escrito, porque no hay nada ni nadie que pueda consolarte cuando te das de bruces con la realidad tan aterradora y demoledora que es el final de una vida. No sé dónde acabarán estas palabras, ni si conseguirá leerlas alguien pero, estoy cansada de buscar respuestas para ponerle nombre a un sentimiento que todavía no soy capaz de gestionar. A veces, es un conflicto, a veces contradicción, otras tristeza y otras una paz absoluta de saber que pude estar ahí todo lo que necesitaste hasta que por fin tuviste que marcharte junto a tu alma y corazón; que por fin podrán descansar tranquilos. Se que tuviste una vida tan larga como dura, que tuviste tanto carácter como belleza y que hiciste tantas cosas bien y mal, como fortaleza tuviste. Supongo que el día que la edad hizo que cambiaras el rumbo de tu vida, te diste cuenta de que te merecías toda esa paz que comenzó a invadir tu cuerpo, que tú sola llevaste el peso de cien mil hombres, y que hiciste lo que tuviste en tu mano para llegar hasta aquí. El Dios en el que te pasaste creyendo desde el primer día hasta el último, te acompañará para siempre y se que te habrá llevado al lugar que te mereces; porque no hay otro sitio distinto al cielo en el que podrías estar. No paro de pensar en cómo podría aprender aceptar todas estas emociones que están aflorando dentro de mí, en qué momento uno para de creer que todo esto que está ocurriendo es un sueño malo y empieza a aceptar que está pasando de verdad. Querría ser tan ordenada como tú para poder saber cómo hacer que sea un poco menos desastroso, pero, supongo que ahora que tú no estás, tendré que aprender a hacerlo sola. Ojalá estés tranquila allá donde estés. Y ojalá puedas estar viendo lo mucho que te queríamos las personas que nos hemos quedado aquí tratando de aceptar que te has ido. Ni siquiera sé si hay algo después de este mal trago. Ojalá lo haya. Ojalá pueda encontrarme contigo algún día y preguntarte todas las dudas que me están asaltando ahora mismo. No sé cómo se gestiona la muerte pero, te prometo que aprenderé cómo hacerlo.
© All Rights Reserved