...

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Flor del abismo
Destrozada mientras trazo
una rosa que va llorando...
Los retazos de mi corazón
se han vuelto esclavos,
con unos clavos atravesando mis palmas y
mi alma se encuentra aislada entre
lágrimas saladas que van gritando...
Estoy tratando de clavar cuchillos en
mi espina dorsal que va sanando.
Nado sobre un pantano;
flor miserable del abismo;
pétalos de fuego;
tallo de titanio y
espinas de cristal con
sentimientos marchitos.
Son tan chicas las posibilidades
de olvidar...
A pesar de que deba perdonar
aunque fueron cobardes y
me han de traicionar.
Una tempestad que apesta y
por su propio peso cae y
es eso lo que extermina mi sonrisa,
la cual hablaré más adelante.
Caminaré por la cornisa
aunque deba ir deprisa.
Las prisas serán pinceles
en este cuadro de agonía.

Hago lo que más me apasiona
que es escribir desde la desazón y
será con la razón donde expondré
toda aflicción.
Tomaré acción que
transformé en arte,
cada sentimiento de odio,
y entre letras vengarme.
Es mi manera de
explosionar este infierno y
entre pañuelos
evolucionar cada daño.
He aprendido que al final,
no vale la pena tanto...
Gastar mi tiempo,
es innecesario,
pensar es el veneno
que apacigua mi canto,
cuando ando por el camino
con neblina donde perdida ardo.

Entre las llamas,
he convivido como muchos,
vivo desde el desagrado,
muta sagrado
cada pieza
del tablero,
cada peón que muevo es
arriesgarme a la incertidumbre,
donde esa lumbre me alumbra y
a mis oídos aturde.
He construido mi nido
con los huesos astillados
de mi esqueleto y
es que quiero atravesar
la tormenta aunque todavía no ha pasado.
Estoy alerta por cada impacto cuándo
ellos mismos me desvelan;
una vela incendia las hojas
de este árbol cubierto de penas.

La tinta escapa por las nostalgias
de mi historia ya contada.
Tarda tanto impartir ventaja
en esta instancia de mi vida,
parece que ando distraída y
me veo atraída por
crear obras que me tajan,
jalando las cenizas desde
la desconfianza de mi fianza,
he vendido el alma a la
poesía desnuda de mi esencia y
aunque está sentencia es cara,
mi cara impulsada a gesticular sonrisas y
las risas suenan
para comenzar la huida.
No ha comenzado la carrera,
me desespera no llegar al final,
pero...
Trataré de seguir soñando porque
simboliza mi libertad y
la verdad duele aunque
el orgullo deberé de dejar,
al final probaré del panal,
la más dulce miel que he de fabricar.

Ya podré brincar en
este charco de lamentos,
aunque pase el tiempo,
empoderar cada sentimiento y
aunque siempre me miento
intentando ser feliz,
soy infeliz con estas migajas
de un supuesto éxito.
He recorrido a veces
esta botella engañada
que flota sobre mi mar abierto.
Ese mensaje anejo,
ya viejo de tanto vivir encapsulado,
todo por pensar que
volvería siempre, siempre a tu lado.
Ese lado tan oscuro que todavía
prosigue a destruirme
he incorporado.
Me trago cada señuelo,
cada recuerdo,
cada engaño,
cada consuelo,
cada poema que
mi corazón ha creado y
con agrado puedo decir,
que ya te he olvidado.

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