De un castillo de arena haré colosal fortaleza
que resguarde mi llanto y todo aquello que interesa...
albergará ese dolor que inspiran estas letras
alejadas de todo engaño, de trampas y tretas.

La tormenta no derribará portentosa muralla
cuyos cimientos a las entrañas se aferran,
no atravesarán maliciosas intenciones canallas
que a la mente confunden y al corazón aterran.

Sin temor ni coraza a la vida abriré otra vez mis brazos
y en el recuerdo vaciaré lo que un día lastimado...
sepultando la razón de lo que se hizo pedazos
en mar de zargazos profundo y olvidado.

En frágiles alas...de lo alto vigilaré mi castillo
sin perder de vista la realidad de mi suelo
que de puertas abiertas sin seguro ni pestillo
atento estará a la llegada de hermoso consuelo.


© All Rights Reserved