...

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ceniza
Cuando por fin creí que mi vida era algo,siempre me sentido vacío y la vida ha carecido de valor para mi.
Sentado en la silla frente a una mesa de madera veía un libro de gorrión.
Javier castillo.
Nunca lo pude leer aunque siempre me lo había 5, la navaja descansaba sobre la mesa,era una navaja automática con la punta muy afilada hacia tiempo que en mi cabeza no corría estos pensares y mis pensamientos se llenaban de oscuridad y se teñian de un mar de asquerosa pestilencia que deboraba mi alma.
Mi gorrion se llamaba lara.
Tan dulce,tan alegría ,fuerte y fabril al mismo tiempo.
No podía vivir sin ella.no me imaginaba el mundo sin ella,miraba las venas de las muñecas y me preguntaba si el acero de la navaja Le gustaría masticar mi vida.
Cerré los ojos y seguía ese pensamiento en mi mente,masticaba las paredes de mi cabeza,pero en mi corazón estaba mi dulce lara.
Mi gorrion azul.
Mi dulce ángel de ojitos azules,de entre el mar de tristeza...