"El Cuervo y la Pluma de Sangre"
Capítulo 1: El Primer Cuervo
El detective Ricardo “Ricky” Alvarez, un hombre curtido por años de investigar crímenes horrendos, se encontró frente a una escena que incluso a él le heló la sangre. En un altar improvisado en las catacumbas abandonadas bajo el Monasterio de San Jerónimo, yacía el cuerpo de una niña de ocho años, Sofía. Su pequeña mano sostenía una pluma de cuervo, manchada de tinta roja – su propia sangre. Alrededor del cuerpo, un círculo de velas negras consumidas hasta la mitad dibujaban un pentagrama invertido. No era un asesinato al azar; era un ritual.
El jefe de policía, un hombre pragmático y descreído, bufó: "Ritual, Alvarez. Suena a novela barata. Encuéntranos al asesino, no nos des un discurso místico". Pero Ricky sabía, con la certeza de la propia muerte, que se enfrentaba a algo más siniestro que un simple criminal. Un antiguo símbolo estaba tallado en la pared detrás del cuerpo de Sofía, una espiral entrelazada con plumas de cuervo, que le recordaba vagamente algún texto sobre cultos paganos que había leído en sus investigaciones.
Capítulo 2: El Nido
Más secuestros siguieron: dos niños en la semana posterior. Cada víctima presentaba la misma brutalidad y el mismo tipo de símbolos, en lugares diferentes pero con la misma siniestra conexión. Unos patrones de rituales comenzaron a aparecer, conectando las...
El detective Ricardo “Ricky” Alvarez, un hombre curtido por años de investigar crímenes horrendos, se encontró frente a una escena que incluso a él le heló la sangre. En un altar improvisado en las catacumbas abandonadas bajo el Monasterio de San Jerónimo, yacía el cuerpo de una niña de ocho años, Sofía. Su pequeña mano sostenía una pluma de cuervo, manchada de tinta roja – su propia sangre. Alrededor del cuerpo, un círculo de velas negras consumidas hasta la mitad dibujaban un pentagrama invertido. No era un asesinato al azar; era un ritual.
El jefe de policía, un hombre pragmático y descreído, bufó: "Ritual, Alvarez. Suena a novela barata. Encuéntranos al asesino, no nos des un discurso místico". Pero Ricky sabía, con la certeza de la propia muerte, que se enfrentaba a algo más siniestro que un simple criminal. Un antiguo símbolo estaba tallado en la pared detrás del cuerpo de Sofía, una espiral entrelazada con plumas de cuervo, que le recordaba vagamente algún texto sobre cultos paganos que había leído en sus investigaciones.
Capítulo 2: El Nido
Más secuestros siguieron: dos niños en la semana posterior. Cada víctima presentaba la misma brutalidad y el mismo tipo de símbolos, en lugares diferentes pero con la misma siniestra conexión. Unos patrones de rituales comenzaron a aparecer, conectando las...