...

2 views

El final de todo
El final de todo
Manuel era un hombre como cualquier otro que pisaba el suelo de la tierra, se levantaba temprano de lunes a sábado para cumplir su jornada laboral, pero antes de camino a su trabajo, pasaba a dejar a sus hijos en sus centros de estudio cono siempre.
Al llegar a la empresa donde trabajaba de ocho a cinco de la tarde, su jefe no era una persona nada agradable, era déspota y cruel con sus colaboradores, si embargo, Manuel nunca le devolvió un mal gesto, al contrario, lo trataba con sincera amabilidad.
Manuel era considerado un tonto, estúpido entre otros calificativos, lo que sus colegas de trabajo nunca imaginaron ¿por qué? el mencionado nunca reaccionaba de una manera negativa tanto con su jefe como con los colegas que le criticaban.
Para Manuel todo era simple, “retribución”.
- ¡Oye, Manuel ¿Por qué te dejas pisotear, por el jefe? – L pregunto Mateo uno de sus compañeros.
-Mira, Mateo. Hoy él es el jefe. Algún día se jubilará, más temprano que nosotros y será el que sea miserable-
- ¿A qué te refieres? –
-A que su mal humor y frustración vienen de su casa. Aquí los viene descargar. Cuando se jubilé y ya no venga a sacársela aquí. Es cuando el valorará el tiempo en este lugar- Mateo no entendía las palabras de Manuel. Pero no había razonamiento más certero que el de Manuel.
Mientras los hijos de Manuel eran responsables, respetuosos y obedientes con sus padres, los de Víctor el jefe de Manuel y Mateo eran todo lo opuesto de los hijos de Manuel. Es por ello por lo que Manuel era condescendiente con Víctor, sentía pena por él. Más él era el único culpable de todo aquello, había relegado en su esposa toda la educación y la crianza de esos chicos cuando la tarea es de dos. La mujer de Víctor solamente dejó de educarlos y le ha dejado hacer lo que se les pegue en gana y su padre se frustra al saber que el esfuerzo y sacrificio de una vida cómoda se esta yendo por el caño.
Un día de tantos Manuel había sido tan productivo que había terminado todas sus labores entiempo récor, para ser precisos dos horas antes de terminar su jornada de trabajo, cuando su móvil sonó en la gaveta de su escritorio, era extraño porque al móvil sólo lo llamaba su esposa y en caso de una emergencia, en sus años de trabajar en la empresa sólo lo había llamado en dos ocasiones y fue para informarle del nacimiento de sus hijos y ahora estaba sucediendo nuevamente. Tomó el móvil y lo respondió rápidamente.
- ¡Aló! –
- ¡Manuel, soy yo, María. Tienes que venir al hospital. Lito ha tenido un accidente en el colegio – Informó la mujer.
-Ya, llego. Sólo espero que Víctor me permita salir antes – Y cortó la llamada.
Víctor, apago su computadora, ordeno su escritorio y se dirigió a la oficina de Víctor. Llegó a la puerta de la oficina de su jefe y tocó dos veces, en espera del tan esperado <>, este nunca llegó, por lo que Manuel insistió con dos toques más. No obstante, tampoco obtuvo respuesta por lo que tuvo que abrir la puerta sin permiso.
Al entrar vio a Víctor sentado tras su escritorio con cara de pocos amigos, aún así Manuel entró llegando frente al escritorio de su jefe. Víctor ni siquiera levantó la cabeza cuando habló.
-No eh dicho que pasaras- Dijo Víctor entre dientes.
-Lo sé- Respondió Manuel.
- ¿Qué quieres? – Insistió el hombre.
-Termine todos los pendientes que tenía para hoy. Mi hijo ha tenido un accidente y necesito ir a ver que ha sucedido con él. Necesito salir antes, venía a ver la posibilidad de salir antes – Pidió Manuel.
-No, te quedan dos horas laborales, cuando tu jornada termine, podrás ir a ver a ese hijo tuyo antes no y lárgate que quiero estar solo- Ordenó Víctor.
Manuel no protestó no dijo nada y se dirigió a su oficina y ahí espero las dos horas que faltaban para terminar su turno.
[…]
Los años pasaron, pero el ambiente en la oficina nuca cambió, es más entre más crecieron los hijos de Víctor, más se encrudecía el ambiente en la oficina para Manuel y Mateo, los hijos de ambos crecieron y se hicieron personas de bien y profesionales, más los de Víctor se hicieron personas sin oficio o beneficio.
El poco tiempo que le dedico Víctor a sus hijos le pasaron factura, para él era más indispensable trabajar y ganarse un puesto que le dejo a su esposa el total control de sus hijos y esta por falta de tiempo en familia, dejó de preocuparse por todo, inclusive de ella misma.
La jubilación de Víctor llego antes que la de sus colaboradores más antiguos, sus compañeros de trabajo estaban más felices que una lombriz, porque su martirio por años estaba a punto de terminar lo extraño de todo es que Manuel no estaba feliz del todo.
- ¡Oye, Manuel! -Le hablo Mateo para llamar su atención.
- ¿Qué pasa? – Contestó el aludido.
- ¿Por qué no estas feliz ahora que Víctor se jubila? –
-Es sencillo- Respondió con un suspiro.
- ¿Qué es sencillo? - Preguntó su compañero.
-Mira Mateo. Yo sé cosas de la vida de Víctor que nadie se ha tomado la molestia de entender. Víctor dedico su vida a trabajar y nada más. Sus hijos pese a tenerlo todo, no hicieron nada de provecho, su esposa, por falta de atención de su marido dejó a rienda suelta a los chicos. Ahora estos son personas vacías y aportan nada a la sociedad.
Cuando Víctor este en su casa, se podrá decir que tiene todo el tiempo del mundo para disfrutarlo; más no es así, al contrario, será el final de todo – Contó Manuel.
- ¿A qué te refieres al decir que es el final de todo? – Curioseo Mateo.
-Bueno, que tendrá que pasar lo que le reste de vida soportando las malas conductas y malos tratos de sus hijos; porque antes lo descargaba con nosotros –
-Llame cruel Manuel, pero al menos será el final de todo para nosotros – Aseveró Mateo con aire de paz.
Fin
Kattia Palacios Avilés
16/07/2022.
© Kat70gr