El dulce plato
Las fauces de un hayer dejaban un sabor pestilente en el paladar y las noches en vela me embriagaba con tonos de pena en el alma.
mientras la aurora de una vela dejaba una de tristeza una lagrima resbala por un fin de heridas que maquillaron mi alma.
una montón de hojas en sucio un sueño febril de ser un escritor de quinta.
una residencia que había deborado miles de formas de soñar.
una responsabilidad que había carcomido cada segundo de mi vida.
por fin supe cual era mi arte y no...
mientras la aurora de una vela dejaba una de tristeza una lagrima resbala por un fin de heridas que maquillaron mi alma.
una montón de hojas en sucio un sueño febril de ser un escritor de quinta.
una residencia que había deborado miles de formas de soñar.
una responsabilidad que había carcomido cada segundo de mi vida.
por fin supe cual era mi arte y no...