Hoy se cumplen 3 años desde tu partida, ayer estaba escribiendo un tipo de “remembranza” sobre tu vida, pero luego pare, sentí que era demasiado, pero al mismo tiempo muy corto para narrar la historia de tu vida.

Tu vida fue un mar de tristeza, con varios soles de alegría, con varias erupciones volcánicas y miles de lunas llenas. Era un mar incontrolable y un océano adornado con estrellas, contigo nada era a medias.

Podrías convertirte en el hielo de la Antártida o ser como el calor en la playa de Sipacate, contigo nada era en broma. Solo las ocurrencias que se te daban, cuando de sobrenombres se trataba, eras un genio para las palabras.

Papá a veces se veía muy contento y otras veces triste, había demasiada melancolía en su vida, malas decisiones que lo marcaban y oportunidades que perdía.

Fue caótica su vida, pero aún así le rescato tanto, le rescato su pasión, su ingenio, su amor a la lectura, a la historia, al arte, al cine, a la política y sobretodo a la lucha.

Papá era diferente, ingenioso e insoportable a veces, pero era mi papá, un viejo moreno, cholco, con una sonrisa única, con una terquedad inigualable, y lamento tanto sentirme triste cuando te recuerdo, pero desde el fondo de mi corazón te llevo a mi presente, no importa donde me encuentre, sé que estarás conmigo para siempre.

¡Te amo viejo! ¡Un beso hasta el universo!

© Bohemia Tijax