¡Libertad!
Aún me siento prisionero, uno de mente, cuerpo y espíritu, pues el no tenerte son los grilletes que condenan mi ser entero.
Hay hombres que logran superarse y ser mejores, lograrlo sin tener un propósito por quién hacerlo.
Pero hay otros (como yo) que no lo hacen, pues necesitan de pequeños empujones para avanzar. Esto no quiere decir que seamos perezosos o queremos depender de alguien para lograr un objetivo.
Es tener por quién hacerlo, dedicar los triunfos y compartirlos. Esto de alguna manera llena de orgullo nuestras intenciones.
Sheccid... mí Sheccid, aunque no te conozca, te pienso a cada instante. Aunque no sienta tu aroma, suspiro cada día.
Y sé que en donde estés, me superaré por ti.
Seré mejor cada día, y es por ti que estremeceré los barrotes de mi prisión.
Quebraré las cadenas que sujetan mis pensamientos y me liberaré de la herropea que frena mi andar.
© Luismar Soto
Hay hombres que logran superarse y ser mejores, lograrlo sin tener un propósito por quién hacerlo.
Pero hay otros (como yo) que no lo hacen, pues necesitan de pequeños empujones para avanzar. Esto no quiere decir que seamos perezosos o queremos depender de alguien para lograr un objetivo.
Es tener por quién hacerlo, dedicar los triunfos y compartirlos. Esto de alguna manera llena de orgullo nuestras intenciones.
Sheccid... mí Sheccid, aunque no te conozca, te pienso a cada instante. Aunque no sienta tu aroma, suspiro cada día.
Y sé que en donde estés, me superaré por ti.
Seré mejor cada día, y es por ti que estremeceré los barrotes de mi prisión.
Quebraré las cadenas que sujetan mis pensamientos y me liberaré de la herropea que frena mi andar.
© Luismar Soto