Capítulo 1: El despertador gigante

En un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido, un despertador gigante se alzaba en medio de la nada. Su tic-tac resonaba como un latido, un sonido que atraía a cualquiera que lo escuchara. Era un reloj clásico, con números romanos y manecillas doradas, pero su tamaño lo convertía en algo más que un simple objeto: era un portal, un umbral entre lo conocido y lo desconocido.

Un hombre, con una maleta gastada y una mochila llena de recuerdos, se acercó al reloj. Su nombre era Leo, y llevaba años buscando algo que no podía definir. Quizás respuestas, quizás aventuras. Lo único que sabía era que el despertador lo llamaba, como si tuviera algo que ofrecerle.

Con un paso firme, Leo cruzó el umbral de luz que emanaba del interior del reloj. Al hacerlo, el mundo a su alrededor cambió. Ya no estaba en un lugar, sino en todos los lugares a la vez.

Capítulo 2: El viaje a través del tiempo

Al entrar en el reloj, Leo se encontró en un paisaje surrealista. A su izquierda, un avión antiguo surcaba los cielos de la Primera Guerra Mundial; a su derecha,...