Ojalá en tu recuerdo en el mío estampado,
pueda ser la sombra de la más breve hoja;
Ser el eco aleve del silencio cansado,
a cuya noche eterna tu recuerdo despoja.

Pero tuerce mi camino una ruta lejana,
en que muy lentamente el tiempo tropieza;
Varado en cien ayeres solo añoro un mañana,
en el que finalmente la vida comienza.

Ojalá me pensares por no ser más viento;
Muere dos veces quien se vuelve un olvido,
y si ya he muerto vivo por aquello que siento,
Como terco reproche al tenor de un latido.

Pero caigo seguro como siempre en pasado,
mi voz es aspirante de llegar a tus labios;
Empero no callo, estoy enamorado,
viajaré del olvido persiguiendo los años.

Ojalá en tu recuerdo en el mío estampado,
pueda ser la sombra de la más breve hoja.
Ser el viento que pasa, ser cielo nublado,
a cuya noche eterna tu recuerdo despoja