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Home Office
Con el aumento de la pandemia, la compañía de seguros hizo un cambio para trabajar con asistencia remota y dos empleados se emparejarían una vez a la semana en el lugar de trabajo.
Para evitar la camarilla, el director general hizo el sorteo y, por suerte o mala suerte, Renata y Clovis fueron la pareja sorteada. Hablaron de cómo iban a hacer el trabajo
home office, elegían los jueves para ir a la oficina y otros días de la semana hacían el servicio a distancia.
Los dos siempre tuvieron muchas peleas, pero el trabajo fue lo primero entre ellos. En el trabajo, siempre dejaban de lado la indiferencia.
Vivían en barrios diferentes, Renata siempre fue muy comunicativa, mientras que Clovis siempre prefirió quedarse en su rincón. Un día, en la oficina en casa, los dos iniciaron una videollamada para discutir asuntos relacionados con el trabajo. Renata llevaba un vestido súper corto y sin bragas.
Clovis notó su sonrisa traviesa en la llamada, acercó el celular a su cuerpo queriendo burlarse. Él, con un par de pantalones cortos ajustados, sostenía su polla ya endurecida encima, haciendo una cara traviesa, hablando sucio excitándolos.
Renata sacó sus pechos, los sacudió y le pasó la lengua por los pezones poniéndolo más cachondo. Cuando de repente Renata escuchó un ruido, pero no le prestó mucha atención y persistió con las insinuaciones entre ellas.
Detrás de la puerta estaba María, una amiga de muchos años, observándolos a los dos. Al principio pensó que era absurdo, pero Renata comenzó a soltar gemidos que excitaban a María.
Comenzó a masturbarse en ese mismo momento y terminó siendo atrapada por Renata porque escuchó otro ruido, fue a la puerta a revisar.
María con aire de traviesa dice:
- Me estoy interponiendo en tu camino con algo... Entonces Renata se llevó el dedo a los labios, le tomó la mano y se acercó al celular que estaba sobre un pequeño pedestal sobre la mesa, mostrando a Clovis al otro lado de la pantalla:
-¿Quieres divertirte conmigo? Rodeó su cuerpo con sus brazos y le dio un gran abrazo. Sus pechos amasando sobre sus pechos a través del vestido. María pasó sus manos por su cuerpo semidesnudo, pegó su boca a la suya y le dio un largo y húmedo beso.
Clovis, al ver esto, comenzó a masturbarse y con un susurro bajo llegó, dejándolo caer en el teléfono. La videollamada terminó cayendo y los dos se sintieron cómodos. En el calor del momento intercambiaron caricias y juntos.
María llegó tarde a una reunión, por lo que se despidió de su amiga con una selfie, dejando sorprendida a Renata. Los dos nunca se volvieron a ver, Clovis nunca supo lo que pasó al final entre ellos, pero cada vez que trabajaba con Renata las insinuaciones eran constantes.

Murillo Kollek y Vanessa Branca

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