UN SUFRIDO HOMBRE.
●●Historia:
●●UN SUFRIDO HOMBRE.
¡ En una epóca difícil !
Este es un trabajo inspirativo
creado en colaboración con mi
muy apreciado amigo poeta.
A. Juniors.
Esta es una historia en la epoca del control federal entre Estados unidos y Mexico, donde no existía la modernidad, ni la comodidad que existe en la actualidad.
Aquí en esta vida soy un hombrecito no muy alto, bastante delgado y algo encorvado por mi depresión emocional, con una edad de más de 30 años.
Esto sucedió por los años de 1800.
Naci en extrema pobreza, la vida me era dificil. Y aprendí desde niño, junto a mi madre a trabajar para otros y poder ganar un poco de sustento. Mi madre cocinaba en haciendas para los trabajadores. Y Ya como adolescente aprendí también a cocinar para obreros en los campos de cosecha, como también a trabajar con ellos.
Después de ser más adulto, fuí contratado por oficiales Americanos, para labores de servicio domestico y trabajos de limpieza de caballerizas y de campo, donde también debía ser cocinero.
Me convertí en sirviente de campamento de soldados Americanos, que se dedicaba a controlar de manera juridica el territorio entre Mexico y Estados Unidos.
La misión era recorrer los campos y territorios aún no definidos entre ambos Paises, y mi misión era cocinar y servir a este grupo de soldados.
Un trabajo agotador y nada dignificante, ya que era maltratado y poco valorado en lo que hacia.
Me sentía miserable y sin valor humano. Era una situación obligada por mi pobreza, y siempre pensaba que era un pobre hombre, que no podría servir para otra cosa, que ser sirviente.
Aquí en el campamento de soldados, servía un grupo de 20 a 30 hombres. Y yo tenía a mi cargo un aproximado de unos 10 burros, para cargar todo lo que se necesitaba para cada viaje.
Cada animal representaba una compañía para mí, era mi unico contacto emocional amigable. Siempre me preocupaba porque estuvieran bien.
Existian momentos en que los animales parecian hablarme. Y como yo, también deseaban descanzo.
Yo los animaba a seguir con sonidos y silbatos desde mi boca. Pero realmente también deseaba negarme a seguir.
Siempre era necesario acampar en orillas de rios, para refrescarse, descansar y poder cocinar.
Tenía que cargar verduras y carnes secas, más cosas que se conseguían en la via, era mi responsabilidad cargar con todo esto, ...
●●UN SUFRIDO HOMBRE.
¡ En una epóca difícil !
Este es un trabajo inspirativo
creado en colaboración con mi
muy apreciado amigo poeta.
A. Juniors.
Esta es una historia en la epoca del control federal entre Estados unidos y Mexico, donde no existía la modernidad, ni la comodidad que existe en la actualidad.
Aquí en esta vida soy un hombrecito no muy alto, bastante delgado y algo encorvado por mi depresión emocional, con una edad de más de 30 años.
Esto sucedió por los años de 1800.
Naci en extrema pobreza, la vida me era dificil. Y aprendí desde niño, junto a mi madre a trabajar para otros y poder ganar un poco de sustento. Mi madre cocinaba en haciendas para los trabajadores. Y Ya como adolescente aprendí también a cocinar para obreros en los campos de cosecha, como también a trabajar con ellos.
Después de ser más adulto, fuí contratado por oficiales Americanos, para labores de servicio domestico y trabajos de limpieza de caballerizas y de campo, donde también debía ser cocinero.
Me convertí en sirviente de campamento de soldados Americanos, que se dedicaba a controlar de manera juridica el territorio entre Mexico y Estados Unidos.
La misión era recorrer los campos y territorios aún no definidos entre ambos Paises, y mi misión era cocinar y servir a este grupo de soldados.
Un trabajo agotador y nada dignificante, ya que era maltratado y poco valorado en lo que hacia.
Me sentía miserable y sin valor humano. Era una situación obligada por mi pobreza, y siempre pensaba que era un pobre hombre, que no podría servir para otra cosa, que ser sirviente.
Aquí en el campamento de soldados, servía un grupo de 20 a 30 hombres. Y yo tenía a mi cargo un aproximado de unos 10 burros, para cargar todo lo que se necesitaba para cada viaje.
Cada animal representaba una compañía para mí, era mi unico contacto emocional amigable. Siempre me preocupaba porque estuvieran bien.
Existian momentos en que los animales parecian hablarme. Y como yo, también deseaban descanzo.
Yo los animaba a seguir con sonidos y silbatos desde mi boca. Pero realmente también deseaba negarme a seguir.
Siempre era necesario acampar en orillas de rios, para refrescarse, descansar y poder cocinar.
Tenía que cargar verduras y carnes secas, más cosas que se conseguían en la via, era mi responsabilidad cargar con todo esto, ...