"La Sombra de Elif "
Elif era una joven de apenas quince años, de ojos oscuros y mirada profunda. Vivía en un pequeño pueblo en medio de las montañas, donde el silencio era tan profundo como la oscuridad de la noche. Siempre se la veía jugando sola, en la soledad de su hogar, mientras sus padres trabajaban en el campo.
Un día, mientras Elif abrazaba a una vieja muñeca de trapo en el jardín, una sombra la envolvió. No era una sombra cualquiera, sino algo oscuro y maligno, que le hacía sentir un escalofrío recorrer su espina dorsal. La joven intentó gritar, pero su voz se apagó como un susurro en el viento. La sombra se acercó a ella, susurrando palabras que no podía comprender, pero que le llenaban de miedo.
A partir de ese día, Elif cambió. Sus ojos, antes llenos de inocencia, ahora reflejaban un vacío inquietante, se tornaron de un color rojo brillante .Su sonrisa se había ido, reemplazada por una mueca cruel y despiadada. Los vecinos comentaban que la joven se había vuelto extraña, que hablaba con un tono escalofriante y que su mirada era capaz de congelar la sangre en las venas.
Una noche, mientras el pueblo dormía, Elif se escapó de casa. Su figura sombría se fundía con la oscuridad, como si fuera una criatura de la noche. Los habitantes del pueblo encontraron su cama vacía a la mañana siguiente, y la muñeca de trapo hecha pedazos, con un hilo de sangre roja que la manchaba.
El miedo se apoderó del pueblo. Los habitantes comenzaron a temer por sus vidas, ya que la sombra de Elif se había extendido sobre ellos....
Un día, mientras Elif abrazaba a una vieja muñeca de trapo en el jardín, una sombra la envolvió. No era una sombra cualquiera, sino algo oscuro y maligno, que le hacía sentir un escalofrío recorrer su espina dorsal. La joven intentó gritar, pero su voz se apagó como un susurro en el viento. La sombra se acercó a ella, susurrando palabras que no podía comprender, pero que le llenaban de miedo.
A partir de ese día, Elif cambió. Sus ojos, antes llenos de inocencia, ahora reflejaban un vacío inquietante, se tornaron de un color rojo brillante .Su sonrisa se había ido, reemplazada por una mueca cruel y despiadada. Los vecinos comentaban que la joven se había vuelto extraña, que hablaba con un tono escalofriante y que su mirada era capaz de congelar la sangre en las venas.
Una noche, mientras el pueblo dormía, Elif se escapó de casa. Su figura sombría se fundía con la oscuridad, como si fuera una criatura de la noche. Los habitantes del pueblo encontraron su cama vacía a la mañana siguiente, y la muñeca de trapo hecha pedazos, con un hilo de sangre roja que la manchaba.
El miedo se apoderó del pueblo. Los habitantes comenzaron a temer por sus vidas, ya que la sombra de Elif se había extendido sobre ellos....