Estamos rotos sin darnos cuenta o dándonos cuenta seguimos roto sin mirar, sin tocar y sin arreglar la fisura que duele, aqueja y revienta.

Estamos rotos por lo que fue y por lo que no es, sin dejar de serlo. Así que aparecen pedazos destrozados con estillas sin poder armar. Se deja paso a la resiliencia que analiza las grietas y vacíos que se pueden o no recuperar. Se vuelve una iniciativa propia volver a empezar. Hermosa la resiliencia cuando abres paso a la verdad, cuando descubres que puedes más de lo que puedes esperar.

Estábamos rotos por lo que pasó y no se puede reconquistar. Por el vaivén de la vida que hoy te abre una oportunidad.

Estamos rotos pero con calma los pedazos se pudieron encontrar para con la resiliencia en el fuego de la escencia pura de tu caminar descubres que no hay vuelta atrás. Que todo se sana y se perdona para mirar el nuevo alba que renace con un nuevo despertar.

Estábamos rotos ahora solo hay fisuras de oro que dan paso al alma brillante que eres y no dejas de ser por un ayer que con resiliencia hoy puedes respirar. Gracias al ayer porque hoy eres más valioso, más grande y pesas más que el oro preciado que cualquiera puede desear.

Estabas roto pero ahora eres la mejor versión que abre paso a la luz plena de una inmensidad que desde el cielo resplandece sobre ti para mostrar una joya preciosa invaluable que por su valor se vuelve un ser especial y único en su categoría difícil de duplicar.

By: Suhail Vega

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