Parte I


Durante estos últimos meses, me he dado cuenta de que si quiero llegar a ser escritor, definitivamente no la tendré fácil.

Tal conclusión ha llegado a mí, precisamente mediante mi propio interés por conocer más del mundo literario que hasta ahora conozco, quise leer aquellas obras mundialmente aclamadas y categorizadas como las mejores por los críticos y gurús literarios, ¿Porque?

Creí que leyendo a los mejores, me haría escribir como los mejores.

Como resultado obtuve que, ahora me considero mediocre y me hallé más confundido que nunca en cuanto a leer una obra; yo que venía de leer El Principito o Orgullo y Prejuicio, de repente comencé a leer a Nietzsche y a Tolstói, con solo decir que estuve todo un día intentando entender el prólogo de Más Allá Del Bien y Del Mal; pueden imaginarse ustedes lo perplejo y ofuscado que me encontraba, ¿Que es puerilidad o concupiscencia?
No entendía nada de nada.

Y pensé.

¿Que me hace creer que puedo llegar a ser un escritor? Yo, un adolescente cualquiera, ni siquiera destacable por tener dotes de escritura, inteligencia o personalidad, ¿Cómo me atrevía a soñar con llegar a ser como Nietzsche o como Tolstói?, definitivamente era yo un iluso al tener ese espejismo.


© Gabriel Quero