Pago el precio por fijar mis miradas en ti.
Has desubicado mis sentidos.
Oigo tus suspiros.
Percibo tus latidos.
El aroma de mujer que expeles, flota en el aire del cual respiro.
Mi andar se vuelve torpe porque has agotado mis fuerzas.
Mis sueños son escasos, porque de ellos no haces parte.
Y mis pensamientos son vagos por no poder retratarte.
Cada átomo del que hacen parte los componentes de mis órganos, están inestables.
Mi corazón tiene hambre y sed
Y en mi estómago palpita cada día al saber que existes.
Quizás ambos estén conectados.
Hambre y sed de ti.
Y mariposas que revolotean cuando te veo en cada momento.
No pretendo culparte de esto que me está pasando.
Es sólo una muestra del poder que hay en tu ser.
© Luismar Soto