había una vez, un hombre solitario que vagaba por las noches, dejando por dónde caminaba un aura oscura, triste, melancólica, todo el mundo le tenía miedo, así que se mantenían lejos de el, los cobardes se alejan de lo desconocido, cuentan mentiras de lo que no conocen sabiendo que los demás cobardes no lo cuestionaran,
pero el misterio siempre atrae a los curiosos,
una mujer decidió acercarse al hombre, el señor tan frío como la noche decidió ignorarla, conforme fueron pasando las noches su molesta presencia se convirtió en una agradable compañía,
un noche l chica decidió preguntarle al señor "¿porque estás tan solo?", a lo que el hombre le respondió "la noche es oscura y fría, pero siempre está acompañado de su luna y las estrellas, yo antes tenía todo eso, pero su brillo fue arrebatado por las manos de un cobarde"
la mujer solo se quedó en silencio mirandolo con tristeza, a la noche siguiente la chica espero al señor a qué pasará por dónde siempre lo hacía, espero y espero, la noche se fue y la oscuridad también, y así fue noche, tras noche, tras noche, a los cobardes no les importa si la oscuridad se va,
la mujer empezó a caminar sola en medio de la noche, sin importarle la oscuridad o el frío, porque ella sabe que su amigo está ahí.