Paisaje agotado, devastado por el desconocimiento, por el sentimiento de agonía de melancolía que por estas venas de poesía surge las letras de la sinfonía que llevo viviendo, que llevo sintiendo, cuando veo el mirar de la muerte cercana y la luz temprana de esa desilusión olvidada.

Bajo un marchitado árbol maltratado, allí a mi lado se encuentra la escritura de mi pasado, mientras agarrado de la mano de la frialdad, de la maldad, que nace en mi interior y me lleva a la pasión con la canción que se escucha en el funeral de la razón.

Rosas negras decoran mi corazón apagado por la maldición de mi falta de comprensión por la vida que he cargado desde mi visión, nublado esta todo con la luna estrellada en este cementerio donde el gran misterio es la vida, es la fina línea de todo o que guardo y cargo.

La dama de la llama que llevo en mi frio interior es la que llama mi atención, queriendo curar la maldición que ha llevado la distorsión de mi pobre corazón.

Frente a la tumba de mi felicidad, allí estabas tú con la rosa roja de la felicidad, buscando mi libertad y de esa forma estar a tu lado toda la eternidad, bajo la oscuridad buscando la claridad de todo lo que ha escondido mi falta de humanidad.

Tú, mi dulce pecado sigues queriendo estar a mi lado y seguiremos esperando el momento de escapar de este mundo malvado y encadenado en mi interior.

Bajo ese árbol desgastado, frente a mi ataúd marchitado estaremos buscando y encontrando, los restos de mi ser.

Por Ángel De La Muerte✒️
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