Querido diario.

Para algunos mi presencia es una maldición, para otros, trae descanso. Asusto a muchos, y otros me adoran. Me es extraño sentir el odio y anhelo al mismo tiempo por parte de todos los seres existentes, algunos incluso anticipan mi llegada bajo su propia voluntad, al parecer soy el escape de su sufrimiento, parecen desconocer que después de mi solo les espera un sufrimiento al menos igual al anterior. Risas, llanto, súplicas, ¿cuán importante soy como para recibir todo esto? ¿no son las bestias monstruos aterradores que tan solo devastan y azotan a los seres? A decir verdad, comprendo que no comprendo lo que soy. Entiendo la razón ilógica detrás de mi mera existencia. Todopoderoso llaman los mortales al invencible, ¿es realmente el todopoderoso alguien como yo? ¿quién logra escapar de mí? Estoy presente en todo momento, en todos los lugares, esperando a actuar conforme a lo que la misma realidad me dicte, mientras crece mi confusión. Si buena soy para unos, despiada para otros, o algo a lo cual resignarse para algunos, ¿a qué rol debería aferrarme entonces? ¿debería ofrecer un trato suave y bondadoso, impartir injusticia y volverme repentina, o tan solo suceder? Lo gracioso es que, me lo pregunto como si el obtener la respuesta fuera a cambiar el hecho de que soy todas esas cosas y a la vez soy ninguna. Parezco humano, entre más se, menos conforme me siento con lo que conozco, más infeliz me vuelvo. ¿Qué realmente me impide vivir como un animal? Carente de moral y raciocinio profundo, a duras penas consciente de su existencia y desligado a las normas que sus pares u otros intenten imponer sobre él, tan solo “es”, y mediante su “ser”, no tiene opinión alguna frente a mí, tan solo “es”. ¿Por qué yo no puedo “ser”? Este castigo divino me obliga a arrebatarle a los otros la oportunidad de seguir siendo y en cambio ofrecerles el siguiente paso en su ciclo, paso que muchos no desean ni siquiera tomar.
Te confieso que aún sigo el debate con la vida, no quiere admitir que es mucho más bella, es el inicio, representa la luz y la esperanza, comprendo su punto al decir que con el tiempo es ignorada, cosa diferente a mí, a quién siempre tienen en cuenta desde que descubren lo que soy, pero, no sé por qué eso es algo bueno. Los mortales suelen despreciar lo bello por intentar encargarse de aquello que les aterra, eso no significa que lo bello deje de ser bello, significa que el ingrato incluso teniendo lo más valioso de todo el mundo en sus manos es capaz de ignorarlo y dejarlo de lado. Yo por otro lado solo soy retratada con tristeza, con oscuridad y me asocian con el fin, a pesar de que algunos me adoran y me aceptan con amor en sus corazones, la mayoría suele temerme y despreciarme, prefieren ignorarme que darse la oportunidad de conocerme, ¿qué tipo de belleza se encuentra en un ser de tal calibre? Después de todo, eso es ser una bestia. Creo que la vida me ve como un símbolo de belleza porque sabe que yo facilito su trabajo al llevarme a más y más seres a los cuales debe mantener. Me temo que tendré que seguir investigando acerca de mi propia naturaleza, lo cuál es curioso, al pensar que yo misma soy la que pudre a la naturaleza, te estaré comunicando cualquier avance que haya tenido en mi búsqueda, y espero, sea trayéndote buenas nuevas.
Atentamente: La muerte.

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