Capítulo 7
Día 1, 6:50 p.m.
Alex
—Hola.
—Hola, Alex—, responde Sky a mi saludo, provocando que sienta un montón de cosas con la sola mención de mi nombre. Su voz hace estragos en mí.
—Ah, dime, Sky—, digo intentando disimular mi nerviosismo –¿todo bien?
—Sí, es solo que olvidé en qué parque me dijiste… para encontrarnos.
—En el parque “Ventura”. A las 8, ¿recuerdas?
—Sí, eso lo recuerdo –responde ella con un tono que más bien quiere decir “no soy tonta, Alex”.
Supongo que ahora sería un buen momento para convencerla de venir al paseo, así que me lanzo a decir algo para romper el silencio incómodo que se ha instalado entre nosotros.
—¿Sky? Quería darte las gracias.
—¿Gracias por qué? No tienes nada que agradecer. En todo caso…
—Claro que sí. Sé cómo eres de cuidadosa con tus cosas y que no le prestarías tu cámara a cualquiera. Pero te prometo que la cuidaré, ¿vale?
—Ah, ¿es por eso? –Eso en su voz es… ¿decepción? –Sí, bueno, sé que la cuidarás. Por eso he accedido.
—En realidad… estaba pensando… que lo mejor...
Alex
—Hola.
—Hola, Alex—, responde Sky a mi saludo, provocando que sienta un montón de cosas con la sola mención de mi nombre. Su voz hace estragos en mí.
—Ah, dime, Sky—, digo intentando disimular mi nerviosismo –¿todo bien?
—Sí, es solo que olvidé en qué parque me dijiste… para encontrarnos.
—En el parque “Ventura”. A las 8, ¿recuerdas?
—Sí, eso lo recuerdo –responde ella con un tono que más bien quiere decir “no soy tonta, Alex”.
Supongo que ahora sería un buen momento para convencerla de venir al paseo, así que me lanzo a decir algo para romper el silencio incómodo que se ha instalado entre nosotros.
—¿Sky? Quería darte las gracias.
—¿Gracias por qué? No tienes nada que agradecer. En todo caso…
—Claro que sí. Sé cómo eres de cuidadosa con tus cosas y que no le prestarías tu cámara a cualquiera. Pero te prometo que la cuidaré, ¿vale?
—Ah, ¿es por eso? –Eso en su voz es… ¿decepción? –Sí, bueno, sé que la cuidarás. Por eso he accedido.
—En realidad… estaba pensando… que lo mejor...