Los disfraces de la ignorancia a veces son inadvertidos. Hay quienes acusan a la ciencia (esa acumulación de saberes que llamamos conocimiento) como algo limitado. Es imposible que los científicos conozcan las galaxias todas, por lo tanto hay cosas que desconocen. Esto es evidentemente cierto. Pero, y aquí está el disfraz de la ignorancia del que estamos hablando, concluir que esa pequeñísima zona de ignorancia científica es la que rige a la ciencia toda y, por lo tanto, llegar a decir que la ciencia no lo sabe todo y terminar de huir de los conocimientos que nos ha legado, ahí está el verdadero problema. No me acerco a la ciencia porque en realidad no lo sabe todo.

Entonces ¿en quién refugiarse? Como de cualquier manera necesitamos de los conocimientos vamos a lo pragmático, lo que veo cada día, lo que puedo visualizar con mis propios ojos. El limitadísimo conocimiento propio supera en valia al acumulado durante siglos. Ahí está el verdadero problema, pero los dueños del disfraz no están dispuestos a mostrarnos su verdadero rostro.
© Ergo Rodrerich