En la noche de tus deseos me envuelvo,
mis versos se derriten en tu piel,
de tu boca brota el fuego tan travieso,
que enciendes mis sentidos hasta el amanecer.

Eres musa y sacerdotisa del deseo,
en tu cuerpo mi pluma se desliza,
cada suspiro tuyo es un dulce trofeo,
que atesoro en cada línea que precisa.

Tus curvas son líneas de poesía,
cada roce es un verso que me electriza,
mis dedos se deslizan sin medida,
explorando cada rincón que agoniza.

Tus gemidos son notas que armonizan,
con mis palabras que te desesperan,
la pasión que despiertas cristalizan,
en palabras que el viento las lleva.

Eres el oasis de mis sueños mojados,
la tierra fértil donde mis poemas germinan,
en cada poesía tus labios son los tatuados,
donde mis besos y versos se terminan.

Eres la luna que ilumina mi noche,
la aurora que enciende mi pluma de tinta,
en cada verso tuyo, siempre me derroche,
en esta danza erótica que nuestro amor nos sintoniza.
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