Aunque no sea perfecto, como un cuadro inacabado,
entiendo si no confían en mí al ser presentado.
Pero si me dan una oportunidad,
podrán descubrir mi deseo sincero,
compartir la brisa, como un susurro ligero,
disfrutar las risas, como un canto en el aire,
dejar el miedo atrás, juntos sin desaire.

No soy fuerte en cuerpo, como un roble en el viento,
pero en alma soy un fuego, un escudo en el tiempo.
Anhelo que vean más allá de mi fachada,
que juzguen el corazón, no la piel desgastada.

Sé que algunos desean mi caída en la arena,
mas no me rendiré, como un río que no frena.
Si alguien confía en mí, juntos podremos volar,
superar cualquier sombra, enfrentar lo que pueda pasar.
Encontrar, un alma sincera,
que en este mundo oscuro sea luz, primavera.
Juntamente ayudaremos a otras personas a encontrar,
la luz de la esperanza, como faros en el mar.

He aprendido que la riqueza es solo un velo,
sin lo esencial: la amistad, un abrazo sincero.
Con una mirada, el mundo se ilumina,
disfrutando de instantes, constantes son los cariños y amores que no requieren de flores ni colores para seguir...
Vivir y sentir...
Valorar lo sencillo, como el sol tras la bruma, aún con brillo...
Así, en esta danza de sueños y desvelos,
hallaremos la esencia que brilla en los cielos.


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