Insondable
No hay más remedio que aceptar que muchas de las preguntas que nos hacemos nunca tendrán una respuesta satisfactoria, y otras no podrán ser contestadas jamás, para así evitar terminar atrapados en ciénagas pegajosas de las que no nos será posible salir. Por eso no me pregunto por qué mi hermano decidió irse así sin más, sin dejar ni una nota,...