"La Pluma de Hō-ō"
En las profundidades de los bosques antiguos de Japón, donde los árboles susurraban secretos de tiempos inmemoriales, vivía Hō-ō, el majestuoso ave fénix. A diferencia de su primo occidental, Hō-ō no era conocido por renacer de sus cenizas, sino por su inmortalidad y su simbolismo de paz y prosperidad.
Hō-ō era una criatura de una belleza indescriptible. Sus plumas eran una sinfonía de colores: el rojo del sol naciente, el dorado de los campos de arroz maduros, el azul profundo del cielo de medianoche, y el verde esmeralda de las hojas nuevas en primavera. Su cola era larga y fluida, como los ríos que serpentean por las montañas, y sus ojos brillaban con la sabiduría de los siglos.
La leyenda cuenta que Hō-ō solo aparecía en tiempos de gran paz y...
Hō-ō era una criatura de una belleza indescriptible. Sus plumas eran una sinfonía de colores: el rojo del sol naciente, el dorado de los campos de arroz maduros, el azul profundo del cielo de medianoche, y el verde esmeralda de las hojas nuevas en primavera. Su cola era larga y fluida, como los ríos que serpentean por las montañas, y sus ojos brillaban con la sabiduría de los siglos.
La leyenda cuenta que Hō-ō solo aparecía en tiempos de gran paz y...