En memoria de: León

Oye Farid, ¿por qué te portas mal?
Oye Farid, deja de pegar,
Oye Farid, hiciste llorar a tu mamá,
Oye Farid, eres un pendejo sin par.

Perdona, Dios, por las palabras que digo,
Pero es que Farid, con su actitud, me desespera,
Era pequeño, sí, lo sé, pero perdón no es suficiente,
La disculpa se desvanece, es efímera.

Farid, necesitas controlar tu ira,
No es justo herir a quienes te rodean,
La violencia no resuelve los problemas,
Solo deja marcas y heridas llenas de pena.

Tu mamá, Farid, te dio vida y amor,
Llorarla es un golpe cruel y desleal,
Aprende a valorarla, respétala y cuida su corazón,
Porque, tarde o temprano, el arrepentimiento llegará.

Pero perdón sin cambio, no tiene sentido,
Las palabras vacías no solucionan nada,
Es hora de reflexionar y crecer,
De abandonar esa actitud descontrolada.

Farid, te pido que encuentres la calma,
Que busques ayuda, que te comprendan,
No eres un pendejo, solo has perdido el rumbo,
Es momento de cambiar, de encontrar tu paz serena.

Perdón no basta, es cierto, lo admito,
Pero si enmendamos nuestros errores, podemos avanzar,
Aprende de tus acciones, crece y evoluciona,
Y quizás algún día puedas verdaderamente perdonar.


© HAYST