"La Biblioteca de los Sueños"
Capítulo 1: Un Refugio Secreto
En una ciudad donde el ruido de la rutina ahoga los susurros de la fantasía, una joven llamada Lara se sentía atrapada. Abandonada por su familia y sumida en la monotonía, anhelaba aventuras, romper las cadenas de la realidad que la mantenían cautiva. Un día, mientras caminaba por las callejuelas de un barrio olvidado, descubrió un edificio cubierto de hiedra y sombras, con un letrero de madera desgastado que decía "Biblioteca de los Sueños".
Intrigada, empujó la puerta y se encontró en un espacio polvoriento, donde el aroma de libros viejos y papel amarillento envolvía el aire. Las estanterías parecían interminables, llenas de libros que relucían con un brillo especial. Sin embargo, la biblioteca tenía una extraña atmósfera, como si murmurara advertencias. En esa ciudad, se decía que estaba prohibido leer, que los libros eran portadores de locura y desesperación. Pero el deseo de Lara de conocer mundos diferentes era más fuerte que el miedo.
Abrió su primer libro, y antes de que pudiera entender lo que sucedía, fue absorbida por una luz brillante. La realidad se desvaneció, y en su lugar, se encontró montando un dragón sobre un cielo estrellado. Aquella aventura la llenó de júbilo, y comprendió que los libros de la biblioteca no solo contaban historias, sino que poseían el poder de transformar la realidad.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que con cada mundo que exploraba, también había riesgos. Las maravillas podían...
En una ciudad donde el ruido de la rutina ahoga los susurros de la fantasía, una joven llamada Lara se sentía atrapada. Abandonada por su familia y sumida en la monotonía, anhelaba aventuras, romper las cadenas de la realidad que la mantenían cautiva. Un día, mientras caminaba por las callejuelas de un barrio olvidado, descubrió un edificio cubierto de hiedra y sombras, con un letrero de madera desgastado que decía "Biblioteca de los Sueños".
Intrigada, empujó la puerta y se encontró en un espacio polvoriento, donde el aroma de libros viejos y papel amarillento envolvía el aire. Las estanterías parecían interminables, llenas de libros que relucían con un brillo especial. Sin embargo, la biblioteca tenía una extraña atmósfera, como si murmurara advertencias. En esa ciudad, se decía que estaba prohibido leer, que los libros eran portadores de locura y desesperación. Pero el deseo de Lara de conocer mundos diferentes era más fuerte que el miedo.
Abrió su primer libro, y antes de que pudiera entender lo que sucedía, fue absorbida por una luz brillante. La realidad se desvaneció, y en su lugar, se encontró montando un dragón sobre un cielo estrellado. Aquella aventura la llenó de júbilo, y comprendió que los libros de la biblioteca no solo contaban historias, sino que poseían el poder de transformar la realidad.
Sin embargo, pronto se dio cuenta de que con cada mundo que exploraba, también había riesgos. Las maravillas podían...