Rugido de la noche
Había empezado como un ronquido molesto, así como un insecto que intenta escapar dándose golpes contra un cristal. Se tornó un bramido casi ensordecedor y segundos más tarde ya era un rugido desgarrador y enfurecido. Nadie lo vio llegar. No hubo tiempo de nada más que correr y tirar por el brazo de la niña que jugaba en el cuarto y agarrar a la bebé que seguía dormida en la cuna unos metros más allá. Tomándolas en brazos corrió a agacharse en medio del estrecho pasillo, cubriendo como podía con su cuerpo a sus dos pequeñas. De improviso empezó el temblor de las paredes y el ventarrón que ahuyaba - no, rugía como fiera salvaje embravecida - y lanzaba destrozos en cualquier dirección. La golpeaban, la sacudían y ella solo apretaba más los brazos y cantaba la nana de las mariposas . Par de minutos bastaron para demostrar lo efímero de la eternidad. Terror... nunca había experimentado cuánto podía asfixiarle ésa palabra hasta que tuvo la certeza de que iba a verlas morir allí. Entonces volvió el silencio, calma... el tornado había pasado. Tomó valor y miró hacia arriba, encontrándose un cielo tan oscuro como debe verse el miedo. El grito enloquecido de las niñas atravesó su neblina emocional y se dejó caer porque sus piernas temblorosas no la sostenían. Al lado surgía un vacío donde había estado el cuarto... dejó caer los brazos a los lados y cerró los ojos, permitiéndose llorar.
Nota:
El 27 de enero de 2019 un tornado de categoría EF4, según la escala de Fujita Pearson mejorada, afectó la ciudad de La Habana, provocando gran destrucción y la pérdida de vidas humanas.
© yisetclavel
Nota:
El 27 de enero de 2019 un tornado de categoría EF4, según la escala de Fujita Pearson mejorada, afectó la ciudad de La Habana, provocando gran destrucción y la pérdida de vidas humanas.
© yisetclavel