La Copa
Sonaba la música al máximo volumen intentando callar mi conciencia adolorida mientras las luces de colores parpadeaban y cambiaban de dirección dibujando sombras que parecían fantasmas; la neblina en el escenario cubría mis pies haciéndolos desaparecer mientras bailaba. ¡Qué música tan extasiante! El alcohol y algo más ejercían su poder sobre mí y me hacían sentir en un sueño, allá iban las copas volando con líquidos de colores, allá iban las manos tocando y disfrutando todo, allá las alas rosas, las boas coloridas y...