Mi tierra de lagos y volcanes donde Rubén Darío puso su nombre en alto, esa bella que con un pedazo de cielo se nos formo, esa magna y armoniosa melodía bañan sus fraguas, sus costas son manglares de agua dulce, sus origenes son pautas en cada corazón de quien la nombra.
Oh, tierra! de Reinas veraneras, que esperan ser levantadas de algún poeta moderno, de un don juan, de algún cantor, de algún escritor que embelescan de belleza sus montañas.
Mi...