La última promesa - Café y churros
Siempre es duro volver a la rutina. Siempre cuesta volver a acostumbrarse al ritmo de todos los días ya que uno no tiene horarios ni responsabilidades ni impedimentos. En las vacaciones, uno puede hacer lo que quiere y no tiene que andar cumpliendo obligaciones. Uno se siente libre y relajado hasta que un día le cae un baldazo de agua fría para avisarle que tiene que volver a trabajar. Es como soñar hasta que suena la alarma. Ese lindo sueño de las vacaciones estaba llegando a su fin para Melody, Valen, Javo y Juli.
El grupo de amigos estaba desayunando después de una larga noche en el boliche “Dubai” que estaba a unas cuadras de una churrería de Playa Grande. Era el último día y el último...
El grupo de amigos estaba desayunando después de una larga noche en el boliche “Dubai” que estaba a unas cuadras de una churrería de Playa Grande. Era el último día y el último...