Que no se acabe el verso que enamora ni el que abre su corazón aun en el dolor. Que no se olvide regalar una rosa ni tampoco invitar con cortejo en una cita llena de amor.

Que exista la ternura de respetar el amor en toda su dimensión. Que al escribir no se olvide jamás plasmar un poema sutil y hermoso como regalar una canción.

Es muy cierto y no es fábula que desde tiempos antiguos regalar una poesía era enamorar con letras glamorosas se llamaban himnos llenos de armonia con prosa que se mostraban oral y anónimo para quién su oído presto en principio se creó como cantos líricos llenos de sentimientos, además de admiración también de alegría o jolgorio ante un hecho que provocaba gran inspiración, aunque no evadia una idea o una personalidad histórica que en su época destacó o si a caso era sombra su historia la composición de la poesía hacia renacer la luz en el alma de quien se identificó con el gran canto lírico del poema escrito que con claves se presentó en un panorama coherente en el que se conjuguen periodos y estilos con dulzura, honor y frenesí en las voces de la creación artística que las elevó por su ferviente motivación, con su estética en movimiento hecha aptitud en un campo de lenguaje amplio que se volvió tradición y con el tiempo evolucionó en poema libre sin medir el corazón...

By: Suhail Vega


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