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Muchas veces la vida no es como la imaginamos, nos sentimos prisioneros de nuestra propia mente o inclusive por nuestros familiares, amistades o conocidos. Se siente como si fuera nuestra meta cumplir con sus ideas y planes. Cuando uno se siente impotente por no poder hablar sobre su sentir es cuando uno suele preguntarse "cómo sería si mi vida fuera diferente? Si no me hubiera dejado llevar por las opiniones de los demás y mis propios miedos? Cómo sería si yo fuera otra persona? Mi vida sería mejor o peor?" Pero solo se queda en eso porque lamentablemente vida solo es una y uno o la vive o se queda contemplando cómo sería si se atreviera a vivirla.