Tocando las estrellas,
surcando tus ojos,
vencidos en la Akasha,
se hallan palpando el éter,
eterno es tu ser demencial
donde se mece;
esencial para seguirte soñando...
¿Añaden nuestras direcciones?
¿Cuál es la brújula desequilibrada?
¡Enebro el hilo que nos ata por cosas del destino!
Se dirigen en línea recta;
amor que florece
desde las tinieblas,
viviendo en la oscuridad
que nos acecha,
acentuando lo efímero,
es de mi mero agrado
dedicarte mis escritos
que descifran tu laberinto.

Quiero que te ilusiones
que me sueñes por
las noches,
que tu insomnio sea por mis
besos...
Esos que te estremecen,
envuélvete en mi universo entre
versos decodificados que están
unificados abrazados al abismo.
Recopila mis deseos,
vuélelos tuyos,
mientras yo me hundo,
transformando los dos mundos en uno mismo,
simulando el firmamento.
Pídeme que libere tus alas,
encadenadas con mi polvo de hadas,
en el bosque mágico tú puedes vivir si te agrada,
exhala mi dulzura;
exigirle a la luna o
navega por sol antes
que se puedan extinguir.
¿Siquiera mis abrazos te enmudecen?

Tu ser se embulle en
las profundidades,
mis manos te acarician
sanando tu alma y
quizás sea la calma
que tu tanto buscas.
Solamente contesta;
caracolas llenas de arena;
mi voz es la melodía
la cual no escuchas;
haciendo que muera en penumbra.
Te nombro mirando constelaciones,
en soledad aceptando tu lejanía,
esperando lo que por ti siento,
no se te olvide;
serán visibles los destellos de agonía,
quiero habitar en tu mundo...
Lanzando mi pasado
moribundo con mi poesía.
Vente no tengas miedo,
no te lastimaré,
te entregaré lo más que pueda,
por ti yo me arriesgaré,
volaremos por la cornisa,
pero yo a ti nunca te dejaré.

¡Toma mi mano que por siempre yo aquí estaré!

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