En la noche oscura del alma,
el abismo me llama con su voz de sombra.
El ego se desangra en la penumbra,
y el ser susurra en lenguas olvidadas.

Buscar, perderse en la búsqueda,
insaciable hambre de verdad desnuda,
el espejo del alma se astilla,
reflejando rostros que no son míos.

Si te daño, me desgarro,
el dolor es un eco que resuena,
las heridas son puertas abiertas,
y el miedo, una flor marchita.

Me confronto en la noche infinita,
mi sombra se disuelve en el silencio,
en el abismo encuentro mi reflejo,
y en el reflejo, la nada.

¿Te atreves a mirarte en mis ojos?
A ver la grieta en el espejo,
en la noche oscura del alma,
donde el amor es un susurro lejano..